domingo, 13 de julio de 2014


"Dar sin esperar algo a cambio", simplemente esa frase definía toda su vida. Es cierto que uno nace, crece, se reproduce y finalmente tiene que morir por ley de la vida, sin embargo hay momentos en los quieres que una sola persona en el mundo, sea eterna. Ayer pasé por uno de los momentos más difíciles de mi vida, hasta ahora siento que no puedo asimilarlo, a veces quisiera cerrar mis ojos, abrirlos y descubrir que todo fue una pesadilla y tener a mi abuelito conmigo otra vez, pero no puedo engañarme.
 
La partida de mi abuelo era algo que yo no podía soportar, él era lo más cercano a papá que tenía. Desde que tengo uso de razón, no hay momento en mi vida que mi abuelo no haya estado. Nunca tendré palabras para expresar todo lo que él fue, es y seguirá siendo para mi, solo puedo agradecer a Dios por ponerlo en mi vida, porque no pude pedir un abuelo mejor. Bueno, entregado y cariñoso, así es como siempre lo recordaré y lo recordaran todas las personas que lo conocieron.
 
Estoy con el corazón herido y el alma destrozada, no sé si alguna vez  han sentido ese dolor que te derrumba por completo y detiene tu vida de un momento a otro. Sé que mi abuelo vivió y disfruto su vida al máximo, agradezco a Dios por haberle dado la vida suficiente para verme acabar el colegio, pasar mis 15 y 18 años junto a él y por cada momento que pasamos juntos. Él siempre riendo, contando sus chistes o historias, nunca olvidaré cada una de sus palabras y enseñanzas, es por eso y muchas cosas más que no puedo ver un futuro sin mi abuelo, de tan solo pensarlo mis ojos se llenan de lágrimas.
 
Le agradezco también a Dios porque yo sé que si mi abuelo seguía conectado a esa maquina con miles de tubos, no iba a ser feliz y no iba a tener vida. Recuerdo que ese día entré a despedirme de él porque los doctores nos dijeron que ya no podían hacer nada más y que solo teníamos que esperar, al momento de verlo justo como él siempre nos decía que jamás le gustaría estar, yo no pude evitar quebrarme; me dolía verlo así; él que era tan fuerte. Después de despedirme, salí y fui a la capilla de la clínica, rece y le pedí a Dios con el dolor de mi corazón, que si él no podía recuperarse sin sufrir, sin depender de pastillas o inyecciones, yo prefería que lo dejará descansar, solo le pedí que le dijera lo mucho que lo iba a extrañar y que lo cuidara para cuando yo vaya y volvamos a estar juntos otra vez. A las 5 de la tarde de ese mismo día, mi abuelo falleció y yo supe que Dios lo hizo para evitarle el sufrimiento, porque él siempre hace las cosas para bien y por alguna razón. Sé que lo voy a extrañar inmensamente, mi corazón aún sigue diciendo: "No te vayas abuelo, no me dejes" pero sé que no puedo evitarlo. Lo que me consuela es que él ahora está feliz y ya se reencontró con mi abuelita y con sus papás que tanto extrañaba y quería. Sé también que me costará mucho asimilar su partida y acostumbrarme a vivir sin él, pero siempre estará en mi mente y corazón; y ahora será un motivo más que me impulse a seguir siendo mejor cada día. Él será mi ejemplo y mi guía.
 
Q.E.P.D Rubén Bazalar.
Te quiero mucho abuelo, te llevo en mi corazón hoy, mañana y siempre.
 
 

domingo, 4 de mayo de 2014


Cierro mis ojos y sueño que soy libre, muchas veces me gustaría ser libre como un ave, tener alas y volar alto sin pensar en las preocupaciones o problemas; pero luego regreso al mundo real en donde siento que muchas veces me cortan esas alas y caigo en el mismo agujero sin salida. Paso mi vida cayendo y levantándome, incluso cuando a veces no me dan ganas de levantarme otra vez; pero la vida es así.  Pasa frente a tus ojos tan rápido, te das cuenta que te has equivocado pero a veces es tan difícil encontrar como regresar al camino correcto y vuelves a caer. Pero ¿por que equivocarnos tiene que ser algo malo? ¿Acaso la gente no ha escuchado la frase "aprende de tus errores" ? Como cualquiera en el mundo me gustaría que haya una forma de aprender sin equivocarse, sin embargo en esta vida eso no puede ser así. 

Al menos para mí (no sé si para ustedes), es suficiente saber que hice mal, que cometí un error y que la voz de mi conciencia me lo repita sin cesar, para que a parte vengan más voces a mi alrededor a recordármelo, tratando de aferrarme al pasado, inhabilitándome a avanzar, sin siquiera darme su mano para poder levantarme del agujero en el que estoy y más bien hacen que me sienta aun más perdida. Es algo injusto en verdad. Nadie tiene derecho a juzgarte, solo Dios. Existe un ciclo reconciliador que él nos brinda donde si nos arrepentimos verdaderamente de nuestros errores, podemos pedir perdón y comenzar de nuevo. Sin embargo, hay personas que creen que por cometer errores tú no tienes derecho a opinar ni ser feliz y solo se dedican a mirarte como un bicho raro y excluirte de su circulo. Pues yo creo, que la gente debería empezar a verse a si misma antes de hablar de los demás.

"Y el que este libre de pecado, que lance la primera piedra"

sábado, 8 de febrero de 2014


El llorar ya era una rutina para él, se preparaba específicamente para eso cada noche. Tomaba un rollo de papel higiénico, se echaba en su cama; y al ritmo de una canción triste, sus lágrimas caían. Sin embargo, él era muy cuidadoso para que nadie se diera cuenta de lo que hacía, si alguien se enteraba podría dañar su reputación. Esa reputación que le había costado años ganar. Pues, él era considerado el más popular de su colegio y se llevaba bien con todo el mundo; era el típico chico “queda bien” , muy raro era escuchar un “no” de su boca. Su vida estaba llena de promesas y palabras por compromiso. Un día comenzó a mentir  ya que todo lo que prometía para quedar bien, se volvió más difícil de cumplir; quería escapar del laberinto en el que se había metido y el cual parecía no tener salida. Ya no podía más. Así que una mañana, decidió dejar de llorar y fingir perfección ante los demás. Y simplemente decidió cambiar de vida y ser feliz, pero había algo que no lo dejaba ser libre completamente. En ese momento vio en  el fondo de su habitación  una foto de él cuando tenía 5 años, se le veía con una gran sonrisa abrazando a su mamá, al verla recordó lo feliz que era y en lo infeliz que se había vuelto por tratar de ser “popular”. Luego unos gritos que salían de su ropero, interrumpieron su pensamiento. Él se acercó, y grande fue el impacto que tuvo al abrir el ropero y verse a si mismo sentado en la esquina llorando y revolcándose de dolor. A los segundos vio todo negro y cayó al suelo. Al despertar, su mamá se encontraba ahí, desesperada y pidiéndole a gritos que despierte,  él se paro y miró hacia el ropero, pero este ya estaba vacío. Se había liberado al fin.
"El verdadero amigo es el que sabe todo sobre ti, y sigue siendo tu amigo"
 


 
 

domingo, 2 de febrero de 2014

I'm waiting for you

Me encuentro sentada aquí junto a mi ventana,  viendo a la gente pasar. Cada una pensando en sus cosas, mientras yo estoy aquí tratando de no pensar en ti, pero me resulta imposible porque aunque trate tu nombre sigue aquí en mi mente. Aunque sé que tengo que dejarte ir. Tú siempre dijiste que lo que más te gustaba de una mujer era la apariencia, nunca te importo pecar de superficial; simplemente tu teoría era que para poder enamorarte de lo interior primero debías sentirte a gusto con lo exterior. Muchas mujeres pasaron por tus brazos, sin embargo nunca logré distinguir que manifestaras signos de cariño por alguna de ellas. Luego decidiste fijarte en alguien como yo, alguien denominada como “normal” para tus amigos, yo cegada te hice caso, pese a las advertencias de los demás. Luego pude darme cuenta que tenían razón, resulté siendo una más de tus víctimas.  Ahora me dices que te vas. La verdad nunca fui buena para despedirme de lo que más quiero, a lo mejor aún me falta aprender a vivir. No me importa quedarme sola, porque ya estuve sola mucho antes y sé que no hay corazón que no soporte ser abandonado porque no hay un solo corazón que haya dejado de latir por una persona. Pero debo admitir que sigo enamorada de ti. Y aunque no deba yo sigo aquí sentada esperando poder seguir esperándote.
 
 

Contagiate tú también.


Hoy discutí con él, fue suficiente para confirmar que no le importó ni le importé. Salí de aquel restaurante al cuál habíamos ido y caminé sin rumbo. Mis lágrimas caían conforme recordaba el tiempo que había perdido en darme cuenta que él no me quería, las esperanzas en mi y en la humanidad se habían perdido. Caminé por más de 30 minutos hasta que llegué a un paradero, mis pies no daban más; así que esperé cualquier bus y me subí.  La gente me miraba con pena, con lástima. Nadie tenía el valor de acercarse y preguntarme que me había pasado. Me arte de tantas miradas clavadas en mi, así que me baje y seguí caminando. Después de tanto caminar, sentí que la suela de mi zapato se había despegado. Definitivamente ese no era mi día. Me tiré al piso y me puse a llorar como nunca, ya no aguantaba más (tal vez estaba siendo muy exagerada pero así soy yo). 

Finalmente decidí regresar a mi casa. Me subí a un bus y me senté en el asiento de atrás. Puse mi cabeza sobre la ventana y me quedé mirando como las calles pasaban y pasaban, mientras seguía llorando. Una niña subió a vender chocolates, nadie le compró. Yo la vi de reojo pero ni atención le presté y volví a mirar por la ventana. Ella se me acercó y sin dejarla hablar le dije: "No tengo plata". Ella me sonrió, me dio un pañuelo, un chocolate y  me dijo: "Tranquila, ya no llores. Dios te ama y yo también" y sin decir nada más, se fue.    

Antes de que bajara alcancé a decirle un simple gracias, intenté sonreír pero no pude, estaba asombrada, seguía llorando, pero mis lágrimas tenían un sabor diferente, no podía creer que entre tanta gente, una persona se acercara para darme algo, ¿Cómo es posible que alguien que no te conoce, que jamás te ha visto en la vida, de pronto decide hacer algo por ti? ¿Cómo alguien que ni te conoce puede llegar a afirmar que te quiere?. Todo eso me lleno de desconcierto, pero me ayudo a darme cuenta que no todo es tan malo en la vida y que aún hay personas que pueden hacer que tu día cambie. Le agradezco mucho a esa niña que la verdad no sé qué vio en mí que la impulsó a tener ese hermoso detalle que me cambio la vida y le agradezco a Dios porque ahora sé que él nunca me abandona. Desde entonces creo que hacer algo por el otro se contagia. Hoy me contagiaron a mí, ojala tú te contagies también.
 
 

About me


Mi nombre es Fátima. Nací el 20/12/1995 y tengo 18 años. Estudio la carrera de Administración Hotelera en la Universidad San Ignacio de Loyola. Soy peruana, tengo cabello negro ondulado, ojos marrones oscuros y mido 1.60. No tengo buena vista. Soy católica, el centro de mi vida es Dios y mi familia. Pertenezco al MVC (Movimiento de vida cristiana) del Callao y también soy agrupada mariana "Santa María Goretti". Me fascina poder ayudar a los demás, ir a voluntariados, colectas, etc. Me parece lindo poder trasmitir todo lo que he ido aprendiendo del Señor Jesús a todas las personas y poder compartir con ellos.

Bueno, soy una chica generalmente alegre, intento verle el lado positivo a las cosas siempre que puedo. Sin embargo también puedo decir que soy sensible, que también puedo llorar. No soy una persona demasiado difícil, que digamos. No puedo molestarme por más de 10 minutos, a menos que sea algo que me haya molestado verdaderamente. Odio que me tomen el pelo y que me decepcionen, sobre todo eso último.
 
A lo largo de mi vida he cometido errores y no siempre los he reconocido, aunque intento que no vuelvan a suceder. He dejado varias cosas a medias en mi vida también. A veces no pienso lo que digo y actuó por impulso y otras veces le doy demasiadas vueltas a las cosas. También llego a ser bastante detallista y habladora (cuando agarro confianza). Me encanta reírme, también me gustan los abrazos (enserio, me gustan mucho). También cuando las personas están felices, una sonrisa me alegra el día. No me gusta cuando me molestan o bromean con mucha seriedad  o muy seguido porque suelo tomarme las cosas muy enserio y me pongo triste.

Soy bastante desordenada, pero digamos que me entiendo en mi desorden. Me encanta el helado de chocolate y de fresa, odio el helado de menta. Me apasionan las gomitas (de todos los tipos y sabores que puedan existir). Me gusta ir de compras pero no soporto cuando hay demasiada gente, también detesto esperar largas colas. Me emociona descubrir cosas que no sabia, a tal punto de llegar a obsesionarme con un tema en particular, hasta que otra cosa me distraiga. Si una canción me gusta, soy capaz de escucharla 58602 veces seguidas. Me gusta darme baños largos de agua caliente, hasta que se enfríe el agua. Nunca he fumado, ni lo haré. Me gusta mucho escribir, siento que es una forma de expresarme. El morado es mi color favorito. Mi comida favorita es el arroz chaufa. No me gusta el pollo a la brasa ni las pasas y prefiero comer una hamburguesa de bembos en el cine que canchita. Me gusta pasarme el día viendo películas. Me encantan las de drama, también las de intriga que te mantienen pegada a la pantalla hasta el final. Le tengo terror a los aviones, nunca me he subido a uno. Muero de miedo cada vez que cruzo la pista. Me asustan mucho las ratas y las cucarachas. Le tengo miedo a las alturas y a la oscuridad.
 
Me encantan los niños y algún día me gustaría tener cuatro hijos, aunque considero que no tengo mano dura. También me gustan los perritos, los conejos y los peces. No me gusta discutir, pero siempre quiero ganar las discusiones. Soy un poco orgullosa. Me gusta jugar play, aunque no me gustan los juegos donde hay mucha sangre. Me encanta nadar, es lo mejor del mundo, me relaja demasiado. Soy pésima jugando vóley. Mi sueño es algún día viajar a China y aprender chino mandarín. Suelo emocionarme e ilusionarme fácilmente pero si quiero a alguien, lo quiero con toda la intensidad del mundo. Me parece algo lindo enamorarse, creo que las relaciones son como las plantas, que hay que prestarles atención diaria y esforzarse para que crezcan, florezcan y sigan siempre vivas. Y BUENO ESA SOY YO :)